
En finanzas personales y productos financieros basados en blockchain, APR y APY son conceptos clave que todo inversor debe dominar. Empecemos por el término más sencillo: la Tasa de Porcentaje Anual (APR). La APR refleja el tipo de interés que un prestamista obtiene por su dinero en un año y, a la vez, la tasa que paga el prestatario por utilizar ese capital. Las siglas APR corresponden a Annual Percentage Rate, un indicador estandarizado que las entidades financieras emplean para mostrar los costes de préstamo y depósito en términos anualizados.
Por ejemplo, si depositas 10 000 $ en una cuenta de ahorro con una APR del 20 %, recibirás 2 000 $ de intereses al cabo de un año. El interés se calcula multiplicando el importe principal (10 000 $) por la APR (20 %), lo que suma un total de 12 000 $ tras el primer año. A los dos años, tu capital asciende a 14 000 $ y, a los tres, tendrás 16 000 $, siguiendo una progresión lineal.
Antes de analizar el Annual Percentage Yield (APY), es fundamental entender el interés compuesto. El interés compuesto es el que se genera no solo sobre el capital inicial, sino también sobre los intereses ya obtenidos. Si la entidad financiera paga intereses mensualmente en vez de una vez al año, tu saldo irá variando cada mes. En vez de recibir los 12 000 $ al final del duodécimo mes, obtienes un pago de intereses mensual. Cada pago se suma al capital invertido, haciendo que el importe que genera intereses aumente con el tiempo. Así, cada mes un saldo mayor produce nuevos intereses (este fenómeno es el interés compuesto).
Supón que depositas 10 000 $ en una cuenta de ahorro con una APR del 20 % y capitalización mensual. Tras un año, recibirías aproximadamente 12 429 $, es decir, 429 $ adicionales solo por el efecto de la capitalización. Si el interés se capitaliza diariamente con el mismo 20 % APR, el resultado sería 12 452 $. Cuanto más tiempo pase, mayor será el efecto compuesto: al cabo de tres años con capitalización diaria, tendrías 19 309 $, lo que supone 3 309 $ más que con interés simple y el mismo 20 % APR.
Al incorporar el interés compuesto, tu dinero genera mucho más rendimiento. Ten en cuenta que el importe del interés compuesto varía en función de la frecuencia de capitalización: cuanto más frecuente, mayor beneficio. La capitalización diaria ofrece rendimientos superiores a la mensual.
Para calcular el rendimiento potencial cuando un producto financiero aplica interés compuesto, utilizamos el Annual Percentage Yield (APY). Mediante una fórmula, puedes convertir una APR en APY según la frecuencia de capitalización. Una APR del 20 %, compuesta mensualmente, equivale aproximadamente a un 21,94 % APY; si la capitalización es diaria, el APY ronda el 22,13 %. Estas cifras de APY representan el interés anualizado, ya incorporando el efecto compuesto.
En resumen, APR es un valor fijo y sencillo, expresado como tasa anual, mientras que APY incluye los intereses generados sobre intereses previos (el efecto compuesto) y varía en función de la frecuencia de capitalización. Un truco útil: la palabra "Yield" es más larga que "Rate", lo que ayuda a asociar la palabra más extensa con el concepto más complejo y con la opción de mayores retornos.
Como muestran los ejemplos anteriores, los rendimientos de interés son mayores cuando se aplica el interés compuesto. Los productos pueden mostrar tasas en formato APR o APY. Por esta diferencia, es esencial utilizar la misma métrica al comparar. Hazlo con cautela para evitar comparaciones erróneas.
Un producto con APR más alta no siempre genera más intereses que uno con APR más baja. Si conoces la frecuencia de capitalización, puedes convertir fácilmente entre APR y APY con herramientas online. Este principio se aplica igualmente en la financiación blockchain y en productos de criptomonedas. Al comparar alternativas como staking de criptomonedas o servicios de ahorro que anuncian APY y APR, verifica que conviertes los datos para comparar de forma precisa.
Al comparar dos productos blockchain usando APY, asegúrate de que comparten los mismos periodos de capitalización. Si ambos tienen la misma APR pero uno capitaliza mensualmente y el otro diariamente, el segundo puede ofrecer un rendimiento cripto superior. También es importante entender qué significa APY en el contexto específico del producto cripto que analices. Algunas fichas técnicas usan el término "APY" para indicar recompensas potenciales en criptomonedas durante un periodo concreto, y no el rendimiento real o esperado en moneda fiduciaria. Esta distinción es crítica, ya que los precios de las criptomonedas son volátiles y el valor de tu inversión en fiat puede subir o bajar. Si el precio de los criptoactivos cae mucho, el valor en fiat puede ser inferior al inicial, aunque sigas recibiendo APY sobre tus activos cripto. Por eso, revisa con detalle los términos y condiciones del producto y realiza tu propia investigación para comprender los riesgos y saber con precisión qué significa "APY" en ese contexto.
Aunque APR y APY puedan parecer confusos al principio, se distinguen fácilmente si recuerdas que el Annual Percentage Yield (APY) es la métrica más compleja porque incorpora el interés compuesto. Por efecto de la capitalización, el APY siempre supera al APR cuando los intereses se capitalizan más de una vez al año. Al calcular tus posibles rendimientos, lo fundamental es comprobar siempre qué métrica se utiliza. Entender estas diferencias te permite tomar decisiones de inversión informadas y comparar productos financieros con precisión entre plataformas y sectores.
APR son las siglas de Annual Percentage Rate. En el entorno cripto, indica el rendimiento anual que obtienes por activos en staking o liquidez aportada, expresado como porcentaje de la inversión por año.
APR significa Annual Percentage Rate, es decir, tasa porcentual anual. Refleja los costes o beneficios anuales de una inversión en porcentaje.
APR son las siglas de Annual Percentage Rate y representa el coste anual de los intereses por dinero prestado o los que se reciben por depósitos. Incluye todas las comisiones y cargos asociados, lo que facilita la comparación justa entre productos de préstamo o ahorro.











