La tokenómica de Shiba Inu establece, desde su origen, una asignación planificada en dos partes. El 50 % inicial del suministro total, es decir, 500 billones de tokens SHIB, se bloqueó permanentemente en los pools de liquidez de Uniswap. Este mecanismo garantiza la operatividad continua del trading y evita la manipulación artificial de la escasez. El protocolo destruye las claves de estos fondos bloqueados, lo que hace irreversible la provisión de liquidez y sienta una base sólida de confianza en el mercado.
El otro 50 % se transfirió a la wallet de Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum, quien posteriormente evidenció su compromiso con la integridad del proyecto quemando grandes bloques de sus tenencias. En mayo de 2021, destruyó cerca de 6 000 millones de dólares en SHIB, mostrando su rechazo al riesgo de concentración y eliminando presión inflacionaria sobre la comunidad.
Esta estructura de distribución diferencia a Shiba Inu de los modelos tradicionales de tokens. El componente de liquidez bloqueada aporta estabilidad al trading descentralizado, mientras que las quemas voluntarias de Buterin abordaron las preocupaciones de la comunidad sobre la concentración de riqueza. En 2025, este modelo de asignación sigue vigente, con la liquidez bloqueada apoyando los pares de SHIB en los exchanges descentralizados. La suma de una liquidez inmutable y las quemas decisivas de Buterin creó un precedente de gobernanza que prioriza los intereses comunitarios frente a los beneficios individuales.
Shiba Inu aplica una estrategia deflacionaria singular mediante mecanismos automáticos de quema de tokens, eliminando un porcentaje de SHIB de la circulación en cada transacción. Este enfoque difiere de las criptomonedas tradicionales porque genera una presión bajista constante sobre el suministro total.
El mecanismo de quema se implementa con smart contracts desplegados tanto en Ethereum como en Shibarium, la blockchain de capa 2 de Shiba Inu. Cada vez que se produce una transacción, una parte designada de tokens se transfiere de forma permanente a wallets muertas, donde quedan bloqueados de manera irreversible. Este proceso automático garantiza la reducción constante del suministro sin intervención manual ni coordinación comunitaria.
El efecto acumulado de este modelo deflacionario es considerable. Hasta ahora, se han quemado más de 410 billones de SHIB, lo que supone más del 41 % del suministro original de 1 cuatrillón de tokens. Las campañas recientes han acelerado el ritmo, con 17 millones de tokens destruidos en 24 horas y 621,6 millones en transacciones individuales.
La dinámica de mercado revela un doble beneficio: al reducirse la oferta mientras la demanda se mantiene o crece, la escasez refuerza teóricamente la presión alcista sobre el precio. La integración de Shibarium ha fortalecido este mecanismo automatizando quemas por comisiones y complementando iniciativas comunitarias. Los analistas reconocen que, aunque estas quemas mejoran la confianza en el valor a largo plazo de SHIB, la expansión sostenida de su utilidad es igualmente clave para lograr una apreciación significativa más allá de los ciclos especulativos.
BONE es el token de gobernanza del ecosistema Shiba Inu y transforma la participación de la comunidad en el desarrollo del protocolo. Los poseedores pueden ejercer su voto a través de Doggy DAO, influyendo en las decisiones clave que definen el rumbo de ShibaSwap.
El sistema de gobernanza sigue un principio claro: el poder de voto se ajusta a la cantidad de BONE que se posea. Los usuarios con más BONE acumulan mayor influencia sobre los resultados de las propuestas en ShibaSwap. Así, los miembros comprometidos mantienen control real sobre la evolución del ecosistema.
BONE destaca frente a otros tokens de gobernanza por su doble función. Además del voto, actúa como token de gas en Shibarium, la blockchain de capa 2 de Shiba Inu, aportando utilidad práctica más allá de la gobernanza. Esta integración une la toma de decisiones comunitaria con el soporte a la infraestructura tecnológica, ya que los poseedores contribuyen al procesamiento de transacciones y ejercen autoridad de voto.
Para participar en la gobernanza de ShibaSwap, los usuarios deben proponer e impulsar votaciones directamente en la plataforma. El desarrollo del ecosistema depende de la implicación activa de los usuarios, en vez de decisiones centralizadas. Este modelo descentralizado convierte a los poseedores de BONE en arquitectos del futuro de Shiba Inu, haciendo esencial la participación en la gobernanza para quienes apuestan por el éxito y la sostenibilidad a largo plazo.
Shiba Inu ha demostrado una resiliencia comunitaria excepcional, alcanzando 1,5 millones de poseedores en diciembre de 2025. Este dato refleja el atractivo sostenido del proyecto pese a la volatilidad del mercado y supone un hito destacado para un token surgido como experimento memecoin en la construcción comunitaria descentralizada. La evolución muestra confianza continuada de los inversores minoristas, especialmente en periodos turbulentos en los que otros proyectos perdieron masa de poseedores.
El crecimiento de poseedores responde directamente a iniciativas de desarrollo del ecosistema. La llegada de ShibaSwap, la plataforma de exchange descentralizada, y el avance de Shibarium como blockchain de capa 2, han convertido SHIB de un activo puramente especulativo en un ecosistema con utilidad real. Estos avances han atraído a participantes que buscan implicación a largo plazo más que beneficios rápidos.
Las mejoras recientes en el mecanismo de quema han impulsado la actividad y el compromiso comunitario. En agosto de 2025 se registró un impresionante aumento del 340 000 % en la quema de SHIB, lo que redujo la inflación y reforzó la economía del token. Este hito fue posible gracias a la participación activa en distintas dApps y canales de transacción, demostrando cómo la utilidad del ecosistema genera valor real.
La comunidad de 1,5 millones de poseedores sitúa a Shiba Inu entre los ecosistemas de blockchain de capa 1 más consolidados en términos de escala social. Esta cifra diferencia a los proyectos con infraestructura tecnológica real y adopción sostenida de los activos puramente especulativos.
Al 06 de diciembre de 2025, SHIB cuenta con una capitalización de mercado de 4,69 mil millones de dólares y cotiza a 0,00 dólares. Su valor depende de las tendencias de mercado y la actividad de la comunidad, mostrando potencial pese a su precio mínimo.
Es muy improbable que SHIB alcance 1 dólar debido a su enorme suministro. La capitalización de mercado tendría que superar los 589 billones de dólares, muy por encima de Bitcoin y Ethereum juntos. En la práctica, SHIB probablemente se mantenga por debajo de 0,01 dólares.
No, Shiba Inu no ha llegado a 0,01 dólares en 2025. Pese a las quemas de tokens, el precio sigue muy por debajo de ese objetivo debido al gran suministro.
Aunque es poco probable, no es imposible. Shiba Inu podría llegar a 0,001 dólares en 2040 según proyecciones optimistas. Sin embargo, alcanzar 1 dólar requeriría un crecimiento y unos cambios de mercado extraordinarios.
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