El sentimiento del mercado en torno a la política del banco central de Canadá está cambiando notablemente. Las mesas de operaciones ahora están valorando una posible subida de tipos como el próximo movimiento de política, probablemente en algún momento de 2026.

Esto supone un giro significativo respecto a las expectativas acomodaticias anteriores. Los rendimientos de los bonos se están ajustando en consecuencia, y los operadores de divisas están reposicionándose en el dólar canadiense. El momento aún no está definido, pero la apuesta direccional está ganando tracción entre los flujos institucionales.

Conviene vigilar cómo evolucionan los datos de empleo y las cifras de inflación en el primer y segundo trimestre, ya que eso determinará si este consenso se consolida o se desvanece.