El pasado viernes se produjo un movimiento destacado en el mercado interbancario de China. El Nuevo Banco de Desarrollo completó una emisión de bonos por valor de 3.000 millones de yuanes—aproximadamente $424 millones de dólares—con un vencimiento a tres años. Esto se engloba dentro de lo que se conoce como bonos Panda: instrumentos de deuda denominados en yuanes emitidos por entidades no nacionales que buscan acceder a los fondos de capital chinos.

Para quienes siguen las tendencias de financiación transfronteriza, esto supone un nuevo dato sobre cómo las instituciones internacionales están aprovechando los canales de financiación en tierra firme de China. La fijación de precios y la dinámica de demanda de este tipo de emisiones suelen reflejar el sentimiento general de los inversores hacia la deuda de mercados emergentes y los activos denominados en yuanes. Un aspecto a tener en cuenta si se está monitorizando el flujo de liquidez global o el desarrollo de la infraestructura financiera regional.