Normalmente no suelo hablar mucho de mis cosas, pero hoy quiero compartir los desvíos que he tomado durante estos años.

Con 22 años puse un pie en el mercado cripto, ahora voy camino de los 30, y echando cuentas, han pasado exactamente ocho años. En el mercado alcista he visto a todo el mundo lanzarse como locos, también he aguantado en el bajista cuando la cuenta estaba tan en rojo que daban ganas de apagarlo todo. He sido liquidado, me he quedado sin liquidez, me he despertado en mitad de la noche con el corazón a mil por una gran vela roja: todo eso solo lo entiende quien realmente ha estado peleando dentro.

Este año, por fin la cuenta superó las ocho cifras. Ese día me quedé sentado en la silla media hora, y siendo sincero, no sentí mucha emoción, solo pensé: por fin, joder, lo he conseguido.

Mucha gente me pregunta: "¿Cómo consigues mantenerte estable? ¿Por qué si tú dices algo y te seguimos, ganamos?"

Me costó tiempo entenderlo: la diferencia entre las personas nunca ha sido la suerte, sino el nivel de conocimiento y la capacidad de soportar la soledad.

Empecemos por BTC, esto es el indicador del mercado. Da igual qué moneda juegues, siempre marca el ritmo. Si sube, todo el mercado se anima. Si baja, las altcoins se tumban y fingen estar muertas. No sueñes con que las altcoins tengan un mercado independiente que cambie su destino, a veces hay alguna excepción, pero la mayoría de las veces es solo ilusión.

Luego está ETH, que es el metrónomo del mercado. Mucha gente se fija solo en esas pequeñas monedas calientes para entrar y salir persiguiendo subidas, pero se olvidan de que la tendencia del mercado normalmente la marca primero ETH. Si hay algún movimiento raro en ETH, significa que el capital busca el siguiente punto de ruptura. Pero no lo tomes solo como un activo de especulación emocional, está muy ligado al mercado general, solo que marca el ritmo un poco antes.

Otra cosa: mientras no sea una shitcoin que vale cero, si hay volumen y atención, no hace falta entrar en pánico si baja. En tres, cinco días, o en medio mes, siempre habrá oportunidades de rebote. Lo que más cuesta a los minoristas es que venden en pánico y luego ven cómo el precio vuelve a subir. Si tienes dinero de sobra, promedia tus posiciones comprando en caídas; si no tienes, simplemente mantén y no toques. La paciencia, en este mundo, vale más que nada.

Mi operación más exitosa fue entrar fuerte en Dogecoin sobre 0,08. En ese momento nadie a mi alrededor lo veía claro, yo aguanté dos años y al final multipliqué por más de veinte.

Al final entendí que en este mercado no gana el que más sabe de técnica ni el más talentoso, sino el que puede mantener la cabeza fría y el juicio claro en medio del caos.