Por cierto, @Polymarket ahora asigna una probabilidad del 95% a un recorte de tipos de la Fed el 10 de diciembre.
Para las criptomonedas, esto es una palanca macro sobre cómo se comportará todo el mercado hasta 2026.
Desde la liquidación del 10 de octubre, BTC ha cotizado como un activo macro de alta beta y confuso: primero cayó ~25% hasta ~$80K, ahora ha vuelto a ~$93K mientras la capitalización total de las criptos cayó un 4%.
El sentimiento pasó de “este iba a ser el año alcista” a pura indecisión.
Un recorte es el próximo catalizador claro y, si la Fed ejecuta 25 puntos básicos, la transmisión al cripto probablemente se dará a través de tres canales:
1️⃣ Liquidez más barata La reducción de los tipos a corto plazo disminuye el coste de oportunidad de mantener BTC/ETH frente a letras del Tesoro y comprime los tipos de financiación en futuros perpetuos y crédito DeFi. El apalancamiento se abarata, el spread se amplía y mejora la asunción de riesgo.
2️⃣ Impulso de flujos en stablecoins y exchanges Históricamente, una política más laxa coincide con la expansión de la oferta de stablecoins y aumento de volúmenes en CEX/DEX, ya que el efectivo abandona los mercados monetarios y rota hacia activos de riesgo.
3️⃣ Dinámica de rentabilidad relativa A medida que los rendimientos del Tesoro caen, el staking, las comisiones de LP y el DeFi de rendimiento real resultan más atractivos en términos ajustados al riesgo, especialmente para asignadores institucionales que deciden entre efectivo en USD o carry on-chain.
Si ese escenario se cumple, probablemente veremos una rotación clásica de liquidez-beta:
BTC lidera → ETH sigue → las altcoins de mayor beta sobre-reaccionan, especialmente los segmentos “más limpios” (DeFi de gran capitalización, L2s de calidad, infra).
Un recorte de tipos no arregla tokenomics defectuosos, pero eleva el potencial de reflexividad.
El escenario del 5% de no-recorte es lo opuesto: • El crédito sigue caro • El apalancamiento en futuros perpetuos se reduce • El USD permanece fuerte • El crecimiento de stablecoins se ralentiza • Las altcoins rinden peor que BTC a medida que la liquidez busca refugio
En ese mundo, la caída de octubre parece menos una sorpresa y más el inicio de una fase de digestión.
Mi opinión: Un recorte en diciembre es alcista en dirección, pero no supone un nuevo paradigma. Es un acelerador de liquidez. El posicionamiento, la oferta de tokens y los fundamentales seguirán distinguiendo a los ganadores del índice.
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Por cierto, @Polymarket ahora asigna una probabilidad del 95% a un recorte de tipos de la Fed el 10 de diciembre.
Para las criptomonedas, esto es una palanca macro sobre cómo se comportará todo el mercado hasta 2026.
Desde la liquidación del 10 de octubre, BTC ha cotizado como un activo macro de alta beta y confuso: primero cayó ~25% hasta ~$80K, ahora ha vuelto a ~$93K mientras la capitalización total de las criptos cayó un 4%.
El sentimiento pasó de “este iba a ser el año alcista” a pura indecisión.
Un recorte es el próximo catalizador claro y, si la Fed ejecuta 25 puntos básicos, la transmisión al cripto probablemente se dará a través de tres canales:
1️⃣ Liquidez más barata
La reducción de los tipos a corto plazo disminuye el coste de oportunidad de mantener BTC/ETH frente a letras del Tesoro y comprime los tipos de financiación en futuros perpetuos y crédito DeFi.
El apalancamiento se abarata, el spread se amplía y mejora la asunción de riesgo.
2️⃣ Impulso de flujos en stablecoins y exchanges
Históricamente, una política más laxa coincide con la expansión de la oferta de stablecoins y aumento de volúmenes en CEX/DEX, ya que el efectivo abandona los mercados monetarios y rota hacia activos de riesgo.
3️⃣ Dinámica de rentabilidad relativa
A medida que los rendimientos del Tesoro caen, el staking, las comisiones de LP y el DeFi de rendimiento real resultan más atractivos en términos ajustados al riesgo, especialmente para asignadores institucionales que deciden entre efectivo en USD o carry on-chain.
Si ese escenario se cumple, probablemente veremos una rotación clásica de liquidez-beta:
BTC lidera → ETH sigue → las altcoins de mayor beta sobre-reaccionan, especialmente los segmentos “más limpios” (DeFi de gran capitalización, L2s de calidad, infra).
Un recorte de tipos no arregla tokenomics defectuosos, pero eleva el potencial de reflexividad.
El escenario del 5% de no-recorte es lo opuesto:
• El crédito sigue caro
• El apalancamiento en futuros perpetuos se reduce
• El USD permanece fuerte
• El crecimiento de stablecoins se ralentiza
• Las altcoins rinden peor que BTC a medida que la liquidez busca refugio
En ese mundo, la caída de octubre parece menos una sorpresa y más el inicio de una fase de digestión.
Mi opinión:
Un recorte en diciembre es alcista en dirección, pero no supone un nuevo paradigma.
Es un acelerador de liquidez.
El posicionamiento, la oferta de tokens y los fundamentales seguirán distinguiendo a los ganadores del índice.