Después de un tiempo en el mercado cripto, te das cuenta de que hay algunos tokens que ni siquiera deberías tocar. Suena misterioso, pero cada lección viene pagada con dinero real.

¿Has visto alguna vez un movimiento llamado "guillotina"? Es como le llaman en el sector a cuando un token cae en vertical más de un 70% en cuestión de horas o en un solo día. Como una hoja de verdugo, un tajo y la sangre corre a raudales.

¿Te encuentras con este patrón? Da igual las noticias buenas o malas que haya detrás, lo primero es salir corriendo.

La razón es simple. Esto no es un ajuste técnico. Una corrección normal es como un cuchillo romo cortando carne, despacio; la "guillotina" es cuando las manos fuertes se retiran de golpe, ni siquiera se molestan en disimular. El gran capital huye a toda costa, deseando liquidar todos los tokens al instante.

¿Cuál es el pensamiento más peligroso tras una caída así? “Ha bajado tanto, ¿será momento de comprar la caída?” ¡Despierta! Lo que ves como "barato" en realidad es una señal de muerte de la liquidez y de que el equipo del proyecto probablemente ya ha desaparecido. ¿Crees que estás comprando barato? En realidad, estás tratando de atrapar un cuchillo que sigue cayendo.

El guion que viene después casi siempre es el mismo: tras el desplome, llega un largo periodo de caída lenta. ¿De vez en cuando hay un rebote? No es una oportunidad, es un cebo—diseñado para atraer a los ingenuos que aún tienen esperanzas. Al final, ese token desaparece poco a poco del radar de todos, como si nunca hubiera existido.

Si tienes mala suerte y justo tienes uno de estos tokens, ¿qué hacer? No sueñes con una recuperación en V.

La opción más realista: vigila el gráfico y, en cuanto veas un rebote decente, corta pérdidas y sal. Rescata el capital que te quede y pásalo a activos con mejor salud y volumen de negociación. ¿Lo mantienes? Es dejar que las pérdidas devoren tu dinero y tu juicio como un cáncer.

Quienes sobreviven en este mercado mucho tiempo tienen clara una regla: saber qué no hay que hacer. Si evitas activamente esas trampas mortales evidentes, ya tienes más probabilidades de sobrevivir que la mayoría.

Recuerda esto: tu tarea no es salvar cada token que se desploma, sino proteger tu capital y esperar pacientemente a esas oportunidades claras que de verdad son para ti.