Mientras todo el mundo tiene la vista puesta en el calendario de recortes de tipos de la Reserva Federal, el Banco de Canadá ha dado de repente un giro de 180 grados.

Los datos que circulan últimamente en el mercado dejan a muchos descolocados: ahora los operadores apuestan casi por completo a que el Banco de Canadá subirá los tipos antes de octubre de 2026. Hay que recordar que, hace apenas unas semanas, el debate giraba en torno a cuántas veces bajaría los tipos el próximo año. Este cambio de rumbo es tan rápido como las fluctuaciones del mercado cripto.

¿Por qué este cambio repentino? La razón principal es bastante sencilla: los datos de empleo son demasiado fuertes.

La tasa de desempleo de noviembre cayó en picado y la creación de empleo superó con creces todas las expectativas. Las señales de sobrecalentamiento económico son ya muy evidentes; lo que más preocupa ahora al banco central no es la recesión, sino si la inflación volverá a repuntar. El mercado de bonos entró en pánico al instante, los rendimientos de la deuda soberana se dispararon, como si quisieran recordar a todos que no hay que dar por hecho que todo el mundo seguirá el ritmo de la Reserva Federal: los países con economías fuertes pueden ir perfectamente por libre.

**Empleo en auge, cambio brusco de política**

El detonante del giro agresivo del Banco de Canadá ha sido precisamente ese informe de empleo sorprendentemente sólido. La caída del paro y el crecimiento del empleo por encima de lo previsto dan aún más valor a las palabras previas del gobernador Macklem: en cuanto la presión de la demanda interna se hiciera notar, actuarían de inmediato.

De hecho, no es la primera vez que el Banco de Canadá toma medidas de este tipo. En el pico inflacionario de 2022, subieron los tipos 100 puntos básicos de una sola vez, llevándolos al 2,5%. En aquel junio, el IPC alcanzó el 8,1%, el mayor nivel en casi 40 años, y el banco central no se anduvo con rodeos.

Ahora parece que una política monetaria independiente podría ser la nueva normalidad. Para el mercado cripto, esto significa que el entorno de liquidez será aún más diverso y ya no se puede seguir aplicando la lógica simplista de "bajada de tipos de la Fed = fiesta para los activos de riesgo".