Voy a contar una anécdota de la última vez que participé en un evento internacional de una importante casa de cambio.
Cuando estábamos tramitando el visado para Japón, en el grupo mucha gente discutía sobre los requisitos de solvencia. Resultó que casi la mitad de los participantes no podían conseguir un certificado de depósito de 100.000 yuanes y tuvieron que buscar otras formas de sacar el visado.
La situación era bastante surrealista: en redes sociales, la gente presume de ganancias y cuenta historias, y los anuncios de "ingresos anuales de un millón" están por todas partes. Pero cuando se trata de demostrar dinero real, muchos en realidad están bastante apretados.
Así que no te dejes impresionar por esas cifras que solo buscan crear ansiedad. La realidad de cómo se vive en el mundo de las criptomonedas es probablemente mucho más humilde de lo que imaginas.
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Voy a contar una anécdota de la última vez que participé en un evento internacional de una importante casa de cambio.
Cuando estábamos tramitando el visado para Japón, en el grupo mucha gente discutía sobre los requisitos de solvencia. Resultó que casi la mitad de los participantes no podían conseguir un certificado de depósito de 100.000 yuanes y tuvieron que buscar otras formas de sacar el visado.
La situación era bastante surrealista: en redes sociales, la gente presume de ganancias y cuenta historias, y los anuncios de "ingresos anuales de un millón" están por todas partes. Pero cuando se trata de demostrar dinero real, muchos en realidad están bastante apretados.
Así que no te dejes impresionar por esas cifras que solo buscan crear ansiedad. La realidad de cómo se vive en el mundo de las criptomonedas es probablemente mucho más humilde de lo que imaginas.