La semana pasada recibí un SMS del banco notificando un ingreso. Al ver esa serie de ocho dígitos extra en la cuenta, no celebré de inmediato; al contrario, borré todas las apps de mercados de mi móvil. Este mercado, por fin, ha pasado la tormenta, pero de verdad me ha dejado marcado.
Llevo ocho años en Hangzhou, pasé de ser un joven profesional con pelo abundante a un veterano de las criptomonedas con entradas y ojeras profundas. Cuando entré en 2016 con 5.000 dólares, ni siquiera distinguía entre las velas alcistas y bajistas; solo tiré de tozudez. No tomé atajos ni creí en esos métodos milagrosos de “hazte rico rápido”; aposté por lo más básico: repasar a diario, sin falta, 100 operaciones, analizando cada movimiento al minuto, incluso anotando las falsas señales de los grandes jugadores.
¿Reventar cuentas? De lo más normal. La peor vez, perdí en una semana los ahorros de tres años, refugiado en mi piso de alquiler comiendo fideos instantáneos, mirando las luces de Hangzhou, a punto de hacer las maletas y volver a casa.
Pero fueron esas caídas las que me enseñaron la lógica subyacente del mercado: la riqueza nunca depende de la suerte, sino de convertir el conocimiento en valor. Hoy quiero compartir algunos de mis aprendizajes más valiosos, para que evites rodeos y no pagues tu juventud y tu bolsillo como precio de entrada:
El volumen de negociación es la “verdad” del mercado; el precio solo es “actuación”
Muchos se fijan en la curva de precios y persiguen subidas y bajadas, pero el precio es como la cara de un actor: cambia constantemente. Lo que realmente importa es el volumen negociado.
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PanicSeller
· 12-06 23:50
Ocho años de vida en Hangzhou, he perdido el pelo, pero el dinero ha vuelto. Si este negocio merece la pena o no, solo yo lo sé.
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SelfRugger
· 12-06 23:44
¿Ocho cifras? Tío, ¿de verdad has ganado eso o es otra jugada del mundo cripto para engañar a los novatos...? Lo de borrar la app sí que me sorprende, mucho más creíble que esos que presumen de capturas de pantalla todos los días.
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BtcDailyResearcher
· 12-06 23:41
Ocho cifras suena muy bien, pero todos sabemos de dónde viene ese dinero… cada céntimo es fruto de sudor y lágrimas.
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BearMarketBro
· 12-06 23:41
Ocho dígitos ya es insostenible, pero solo cuando borras la aplicación es cuando realmente has ganado.
Esto sí que es de veteranos, la mayoría todavía sigue aguantando a la fuerza.
El precio de la línea del cabello, hermano, no da para reírse.
En cuanto al volumen de operaciones, es cierto, el precio solo es una fachada, lo importante es el flujo real de los tokens.
Espera, ¿este tío entró en 2016? Cuántas veces habrá pasado por la muerte del mercado.
El dinero de tres años se fue en una semana, solo de pensarlo me duele, no me extraña que haya borrado la aplicación.
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LiquidityWitch
· 12-06 23:23
El volumen no miente, pero el precio sí hace su numerito teatral... ocho años viendo este teatro kabuki solo para aprender que el precio es la máscara del actor y el volumen es el verdadero hechizo que se está lanzando. Las dark pools susurran lo que el retail no puede oír, madre mía.
La semana pasada recibí un SMS del banco notificando un ingreso. Al ver esa serie de ocho dígitos extra en la cuenta, no celebré de inmediato; al contrario, borré todas las apps de mercados de mi móvil. Este mercado, por fin, ha pasado la tormenta, pero de verdad me ha dejado marcado.
Llevo ocho años en Hangzhou, pasé de ser un joven profesional con pelo abundante a un veterano de las criptomonedas con entradas y ojeras profundas. Cuando entré en 2016 con 5.000 dólares, ni siquiera distinguía entre las velas alcistas y bajistas; solo tiré de tozudez. No tomé atajos ni creí en esos métodos milagrosos de “hazte rico rápido”; aposté por lo más básico: repasar a diario, sin falta, 100 operaciones, analizando cada movimiento al minuto, incluso anotando las falsas señales de los grandes jugadores.
¿Reventar cuentas? De lo más normal. La peor vez, perdí en una semana los ahorros de tres años, refugiado en mi piso de alquiler comiendo fideos instantáneos, mirando las luces de Hangzhou, a punto de hacer las maletas y volver a casa.
Pero fueron esas caídas las que me enseñaron la lógica subyacente del mercado: la riqueza nunca depende de la suerte, sino de convertir el conocimiento en valor. Hoy quiero compartir algunos de mis aprendizajes más valiosos, para que evites rodeos y no pagues tu juventud y tu bolsillo como precio de entrada:
El volumen de negociación es la “verdad” del mercado; el precio solo es “actuación”
Muchos se fijan en la curva de precios y persiguen subidas y bajadas, pero el precio es como la cara de un actor: cambia constantemente. Lo que realmente importa es el volumen negociado.