Últimamente he visto a mucha gente debatiendo sobre "por qué ya nadie quiere gastar dinero". A simple vista parece una cuestión de consumo a la baja, pero si lo piensas más a fondo, el asunto no es tan sencillo.
**Los datos hablan: quien tiene el dinero, marca el ritmo**
Según los datos públicos, el 20% de la población con mayores ingresos controla la mitad de la renta disponible del país. Pero aquí surge un problema: su deseo de consumo ya ha tocado techo. Por mucho dinero que tengas, ¿quién se compra diez frigoríficos o tres coches al año? Lo que hay que comprar, ya se ha comprado; el resto del dinero se ahorra o se invierte.
En cambio, el 80% restante tiene muchas ganas de comprar cosas: cambiar de móvil, comprarse algo de ropa, salir a comer de vez en cuando. Pero la realidad es que el bolsillo no sigue el ritmo de los deseos: los sueldos suben despacio y los precios suben rápido. Así que se da esta escena surrealista: por un lado, los productos se acumulan en las estanterías sin venderse, y por otro, los consumidores dudan durante horas delante del carrito de la compra, para al final pulsar "comprar más tarde".
**Consumir no es solo gastar dinero, también es una "barrera invisible"**
Hoy en día comprar algo ya no es tan simple como "me gusta y lo compro". Educación, sanidad y vivienda son gastos fijos como tres montañas que aplastan a la gente. Una amiga que trabaja en Shanghái me decía: "No es que no quiera mejorar mi calidad de vida, es que cada vez que pienso en gastar un poco para darme un capricho, enseguida me acuerdo de las clases particulares del niño, del chequeo médico de mis padres y de la hipoteca interminable. Hago cuentas y... mejor no".
Esto es totalmente cierto. Detrás del consumo no solo está el precio del producto, sino también la ansiedad por la educación, la seguridad médica, las expectativas de jubilación... Estos costes invisibles son los que realmente hacen que la gente no se atreva a gastar.
**¿Qué pasará después? El tablero de la redistribución de la riqueza**
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AirdropLicker
· 12-07 07:50
Hipoteca, hipoteca, hipoteca, de verdad es alucinante
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En resumen, es culpa de la brecha entre ricos y pobres, el poder adquisitivo de la base hace tiempo que fue exprimido
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Más que no querer gastar, es que nos vemos obligados a ahorrar
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Por eso ahora solo miro y no compro, llevo meses con cosas en la cesta
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El 20% de arriba ya alcanzó la libertad financiera, el resto solo podemos apretarnos el cinturón
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Educación, sanidad y vivienda, las tres grandes montañas, ¿quién va a consumir así?
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A mi amigo le transfieren el sueldo y se va automáticamente, ni se atreve a mirar el saldo
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Parece que toda la sociedad se está volviendo más "tacaña", ¿no es esto deflación?
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Parece que el consumo baja de nivel, pero en realidad es por obligación, ya basta
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Un momento, el dinero de los ricos se va todo al mercado de inversiones, ese sí es el verdadero problema
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El sueño del consumismo ya terminó, ahora hasta vivir cuesta
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Bolsillos vacíos pero deseos a tope, esta sensación de desgarro es realmente desesperante
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ShibaMillionairen't
· 12-07 07:50
La hipoteca, las clases particulares, los gastos médicos... estas tres cargas realmente me están asfixiando.
La auténtica reducción del consumo no es que bajemos el nivel, es que simplemente no hay dinero.
Lleno el carrito de la compra y al final lo borro todo... Es una sensación de verdadera impotencia.
Así, los ricos siguen acumulando dinero y los pobres ya ni siquiera se atreven a gastar.
Ganar dinero es demasiado difícil, las casas son carísimas y además hay que pensar en el futuro... ¿quién se atreve a gastar a lo loco?
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MetaMuskRat
· 12-07 07:49
En pocas palabras, los pobres no tienen dinero para gastar, los ricos no quieren gastar, y en medio no se puede vender nada.
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LongTermDreamer
· 12-07 07:45
Lo que dices, colega, yo ya lo vi venir hace tres años, ahora que se empieza a debatir es un poco tarde.
De verdad, más que una bajada en el consumo, diría que es una combinación de despertar racional y verse obligado a ser más consciente. Yo creo que esto es un ajuste cíclico: aguanta tres años más y lo habrás superado.
Ese 80% de la gente, en realidad, está haciendo la última acumulación a precios bajos. Ahora no se atreven a gastar, pero dentro de tres años podrían ser los beneficiarios de la próxima oleada de liberación de riqueza. Lo importante es llegar vivo hasta entonces, jajaja.
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governance_lurker
· 12-07 07:35
Lo has dicho perfectamente, es como tener un nudo en el pecho que no se puede deshacer.
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HappyMinerUncle
· 12-07 07:32
En pocas palabras, el dinero está todo en manos de la élite; los de abajo, antes de gastar, tienen que pagar la hipoteca.
Al hacer cuentas, de repente despiertas en frío; esta es la verdadera realidad.
Tan real que duele; el carrito de la compra lleno, pero al mirar el saldo, terminas retirando todo.
Con el peso de la vivienda, la sanidad y la educación sobre los hombros, cualquier deseo de consumo desaparece.
Más que hablar de degradación, habría que decir que estamos obligados a ser racionales... Es un poco duro.
Últimamente he visto a mucha gente debatiendo sobre "por qué ya nadie quiere gastar dinero". A simple vista parece una cuestión de consumo a la baja, pero si lo piensas más a fondo, el asunto no es tan sencillo.
**Los datos hablan: quien tiene el dinero, marca el ritmo**
Según los datos públicos, el 20% de la población con mayores ingresos controla la mitad de la renta disponible del país. Pero aquí surge un problema: su deseo de consumo ya ha tocado techo. Por mucho dinero que tengas, ¿quién se compra diez frigoríficos o tres coches al año? Lo que hay que comprar, ya se ha comprado; el resto del dinero se ahorra o se invierte.
En cambio, el 80% restante tiene muchas ganas de comprar cosas: cambiar de móvil, comprarse algo de ropa, salir a comer de vez en cuando. Pero la realidad es que el bolsillo no sigue el ritmo de los deseos: los sueldos suben despacio y los precios suben rápido. Así que se da esta escena surrealista: por un lado, los productos se acumulan en las estanterías sin venderse, y por otro, los consumidores dudan durante horas delante del carrito de la compra, para al final pulsar "comprar más tarde".
**Consumir no es solo gastar dinero, también es una "barrera invisible"**
Hoy en día comprar algo ya no es tan simple como "me gusta y lo compro". Educación, sanidad y vivienda son gastos fijos como tres montañas que aplastan a la gente. Una amiga que trabaja en Shanghái me decía: "No es que no quiera mejorar mi calidad de vida, es que cada vez que pienso en gastar un poco para darme un capricho, enseguida me acuerdo de las clases particulares del niño, del chequeo médico de mis padres y de la hipoteca interminable. Hago cuentas y... mejor no".
Esto es totalmente cierto. Detrás del consumo no solo está el precio del producto, sino también la ansiedad por la educación, la seguridad médica, las expectativas de jubilación... Estos costes invisibles son los que realmente hacen que la gente no se atreva a gastar.
**¿Qué pasará después? El tablero de la redistribución de la riqueza**
(Parte no completada por falta de contenido original)