¿Alguna vez has intentado comprar un martillo a alguien que solo acepta sal... mientras tú solo tienes trigo? Si no puedes encontrar a alguien que quiera intercambiar "trigo por sal", todo el trato se viene abajo. Ese era el fallo fatal del trueque, la "doble coincidencia de deseos": genial en teoría, terrible en la práctica. Así que...
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
¿Alguna vez has intentado comprar un martillo a alguien que solo acepta sal... mientras tú solo tienes trigo? Si no puedes encontrar a alguien que quiera intercambiar "trigo por sal", todo el trato se viene abajo. Ese era el fallo fatal del trueque, la "doble coincidencia de deseos": genial en teoría, terrible en la práctica. Así que...