Durante tres años, la India ha estado acumulando discretamente crudo ruso con descuento, reduciendo los costes de importación mientras Moscú financiaba sus operaciones militares. ¿Ese acuerdo cómodo? Parece estar acabado. Las nuevas sanciones estadounidenses están dinamitando el arreglo, obligando a Nueva Delhi a buscar proveedores alternativos a toda prisa. Las repercusiones podrían afectar desde los índices de inflación hasta los activos vinculados a materias primas. Cuando los flujos energéticos se desvían tan rápido, cabe esperar volatilidad en los mercados globales, incluidos los activos de riesgo y las monedas digitales que prosperan gracias a la liquidez y la incertidumbre geopolítica.