¿Quieres que el dinero pequeño crezca? No esperes hacerte rico apostándolo todo.

He visto a demasiada gente así: esta semana ganan un 30%, la siguiente lo pierden todo y hasta ponen de más. ¿Por qué? Siempre piensan que la próxima operación será aún mejor.

La estrategia de los que realmente sobreviven es muy sencilla: trata cada operación como si estuvieras acumulando calderilla. No se trata de que ganes mucho de golpe, sino de que en cada ocasión puedas llevarte algo seguro. ¿Suena aburrido? Pero esa es la base para que el interés compuesto funcione.

¿Adivinas qué? Aquellos que son capaces de conservar un beneficio del 5% o 10%, suelen tener cuentas mucho más bonitas en seis meses que los que buscan un 20% y luego pierden un 15%. La lógica es simple: deja de pensar en "ganar más" y aprende primero a "no devolverlo".

¿Lento? Sí, se trata de ir despacio. El secreto para multiplicar un capital pequeño nunca ha sido apostar fuerte a una dirección, sino acumular pequeñas victorias. Sé cauteloso y sobrevivirás más tiempo.