La evolución de ZEC en estos días esconde bastante miga; los datos on-chain y el gráfico de velas están contando una historia intrigante.

**Las ballenas mueven ficha en la sombra**

Recientemente se ha detectado una operación de gran volumen: una ballena aprovechó el pánico del mercado durante el "1011" para acumular más de 18.000 ZEC en varias tandas, con un valor total cercano a 4,5 millones de dólares. Lo curioso es que, cinco semanas después, todo ese lote se transfirió a Gemini. Es un movimiento clásico: acumular en mínimos y enviar a un exchange para prepararse para vender. Si vendió cerca del máximo, el beneficio neto podría alcanzar los 6,6 millones de dólares. El olfato del dinero grande suele ser más fino que el de los minoristas, y conviene seguirles la pista.

**El análisis técnico lanza señales contradictorias**

Si miramos el gráfico de cuatro horas, ZEC sigue en un canal alcista, pero los detalles revelan una batalla tensa entre alcistas y bajistas:

Las resistencias clave están en 422 (primer obstáculo del día) y 548 (máximo tras el retroceso); las zonas de soporte se sitúan en 256 (soporte a corto plazo) y 175 (suelo fuerte de rebote). El MACD acaba de formar un cruce dorado justo bajo la línea cero, lo que normalmente anticipa el inicio de un rebote. Pero tanto el RSI como el MFI están en zona de sobrecompra, lo que sugiere que a corto plazo podría venir una corrección para enfriar la situación.

Traducido a lenguaje sencillo: la tendencia alcista sigue, pero no será en línea recta; es probable que haya una sacudida para asustar a los bajistas antes de seguir subiendo.

**El dilema de los que abrieron cortos en 340**

Si abriste cortos cerca de 340, ahora mismo puedes estar atrapado. No es momento de promediar a la baja ni de cerrar en pánico. Lo más sensato es observar si el precio retrocede a la zona de 300-320 para buscar una salida, o establecer un stop-loss un 5-8% por encima del precio actual para evitar una liquidación por un repunte brusco. El mercado nunca se mueve en una sola dirección, pero la gestión del riesgo siempre es la prioridad.