#ETH走势分析 Tres mil euros de capital inicial a más de sesenta millones; no me apoyé en información privilegiada, ni en talento, solo seguí una lógica: simplificar lo complejo y llevar lo simple al extremo.

Mi proceso de ganancias se divide en tres etapas, cada una con un ritmo totalmente diferente:

Durante los dos primeros años, convertí 3.000 euros en 8,32 millones. Esta fue la parte más dura: vigilaba el mercado cada día, operaba con frecuencia, perdía y volvía, volvía y volvía a perder. En ese entonces utilizaba todos los indicadores, perseguía todas las noticias, y cuanto más “listo” intentaba ser, más rápido perdía.

El año siguiente, de 8,32 millones pasé a 18,21 millones. Empecé a entender que operar más no significa ganar más; de hecho, muchas veces solo me saboteaba a mí mismo. Comencé a simplificar mi estrategia.

En los últimos tres meses, de 18,21 millones llegué a 61,02 millones. Esta etapa fue la más relajada, porque la dirección era la correcta.

Cuanto más avanzaba, más me daba cuenta de que la velocidad para ganar dinero es inversamente proporcional a la frecuencia de las operaciones. Muchos se obsesionan con lo complejo; yo, en cambio, busqué una simplicidad extrema.

Voy a contar mi método principal. Solo sigo una formación de velas: la forma en N. Sube, retrocede, y vuelve a romper; tres pasos. Cuando aparece la formación, entro al mercado, coloco órdenes de stop loss y take profit, y si la formación se rompe, cierro la posición sin dudar.

La interfaz de trading es minimalista: solo una media móvil de 20 días, con el color tan tenue que casi no se ve, para no distraerme. Tanto en contratos como en spot de $BTC, $ETH, solo miro el gráfico de 4 horas. Cada mañana abro el exchange, le echo un vistazo y, si no hay formación en N, apago el ordenador. Si la hay, tardo cinco minutos en configurarlo todo, y el resto del día, las otras veintitrés horas y cincuenta y cinco minutos, los paso tomando café, paseando al perro o con la familia, haciendo lo que tenga que hacer.

He vivido así más de dos años y solo ahora entiendo lo que es operar de verdad.

Sobre las ganancias, también tengo un plan frío: cuando llegué a 1,5 millones, retiré los 20.000 euros de capital inicial; la confianza cambia por completo. Cuando llegué a 7 millones, saqué la mitad para mejorar mi vida y la otra mitad siguió creciendo en el mercado por interés compuesto. Aunque el mercado colapse después, tengo capital para recuperarme.

Nunca he roto mis tres reglas de hierro:

No persigo subidas: solo entro cuando la formación está completa, no hay prisa;
No aguanto posiciones: si el precio se rompe, me salgo sin negociar;
No me encariño con las operaciones: cuando alcanzo el objetivo de beneficio, retiro, sin avaricia.

En el mundo cripto no existen métodos infalibles; lo único que hay es un tamiz que filtra constantemente. Si filtras el tiempo suficiente, tu dinero acaba quedándose en el tamiz.

No busques siempre hacerte rico con monedas x100. ¿Has pensado lo que significa lograr un 10% estable durante 20 operaciones seguidas? El poder del interés compuesto es inimaginable. Llegar a 60 millones es solo cuestión de tiempo y constancia.

Yo ya he superado la etapa más difícil. Comparto con vosotros mis aprendizajes de estos años; de ahora en adelante, queda ver quién es capaz de perseverar.