Últimamente he estado observando el gráfico de cierto licor blanco de alta gama, y esa curva de caída lenta realmente puede dejar a uno aturdido. Cuando esta cosa empieza a bajar, no hay nada que la supere; sinceramente, cualquiera en esa situación acabaría desquiciado.

¿Aún recuerdas los años 2019 y 2020? El sector del licor blanco era prácticamente una leyenda. Por aquel entonces, hasta para comprar fondos relacionados había límite de compra, la rentabilidad anualizada llegaba al 80%, y las distintas empresas de bebidas alcohólicas subían una tras otra. Wuliangye pasó de poco más de 50 yuanes a casi 350, y Feitian Moutai incluso llegó a superar los 2600. En Internet abundaban los chistes —"tecnología con aroma a licor"—, los entendidos sabían de qué iba.

Pero en estos últimos años, la tendencia ha cambiado por completo. La presión del entorno general se ha trasladado al consumo, y la demanda de licor de alta gama, en realidad, es bastante ficticia, basada principalmente en cenas de negocios y regalos. Ahora que estas dos fuentes de demanda han disminuido notablemente, todo el sector ya no aguanta. Hace unos días, el precio mayorista del Moutai cayó por debajo de 1499, los distribuidores se quejaban abiertamente de las enormes pérdidas en las redes sociales, y las demás marcas tampoco están mucho mejor.

Algunos me han preguntado si merece la pena aprovechar para comprar antes de fin de año; en años anteriores sí que solía haber una tendencia alcista por el Año Nuevo chino. Pero este año la lógica ha cambiado: puede que la valoración no sea cara, pero con este tipo de caída lenta y constante, ¿de verdad serías capaz de aguantar?