Musk vuelve a la carga, esta vez apuntando directamente a la Comisión Europea. En sus recientes declaraciones no dudó en acusar a estos burócratas de "estrangular Europa", mientras que altos diplomáticos estadounidenses también han salido a criticar la censura de usuarios estadounidenses en la plataforma X por parte de la UE.

En el fondo, el problema sigue siendo el de siempre: libertad de expresión vs control regulatorio. La UE lleva tiempo intentando controlar el contenido en redes sociales mediante diversas normativas, pero para la comunidad cripto y Web3, estos mecanismos de censura centralizada van en contra del principio fundamental de la descentralización.

Aún más preocupante es el impulso detrás de los sistemas de identidad digital. Muchos temen que estas medidas, justificadas en nombre de la "seguridad", acaben convirtiéndose en una vigilancia total sobre la privacidad y la libertad individual. La propia tecnología blockchain nació precisamente para combatir este tipo de control centralizado, y parece que este enfrentamiento no ha hecho más que empezar.

Desde que Musk está al frente de X, ha impulsado un entorno más abierto para la libertad de expresión, una postura completamente opuesta a la de los organismos reguladores tradicionales. Este conflicto no trata solo de una plataforma, sino de si el futuro de internet estará liderado por los usuarios o por las instituciones.