BPCE, un destacado banco francés, planea ofrecer operaciones con criptomonedas a sus clientes minoristas, convirtiéndose en uno de los primeros bancos tradicionales de Europa en hacerlo. Inicialmente disponible para determinados clientes regionales, el servicio se implementará en todas las divisiones antes de 2026, facilitando transacciones directamente en sus aplicaciones móviles. Esta iniciativa coincide con los nuevos planes de impuesto sobre el patrimonio en Francia que afectan a las monedas digitales.