Parece que Trump acaba de sacar otra carta arancelaria, esta vez apuntando a México por una disputa de agua relacionada con un tratado de 1944. ¿La amenaza? Liberar el agua o enfrentarse a nuevos aranceles. Una táctica de negociación clásica, pero aquí está el tema: cada vez que aumentan las tensiones arancelarias, los mercados globales se ponen nerviosos. El apetito por el riesgo disminuye, los flujos hacia activos refugio cambian y las criptomonedas suelen subirse a la ola de volatilidad. No digo que esto vaya a hundir BTC o a impulsarlo, pero los vientos macroeconómicos como este importan más de lo que muchos creen. Mantén un ojo en cómo responde México: las guerras comerciales rara vez se quedan contenidas en un solo sector.